miércoles, 26 de diciembre de 2012

Propuesta de Daimiel

A continuación escribiré los puntos ideológicos mínimos que se llevaron a cabo en la Tercera Asamblea del Movimiento Ecologista en Daimiel, en julio del pasado año 1978. Intentarán que dichos puntos sirvan de base para posibles futuros desarrollos y debates, pero que permitan ya desde hoy deslindar el movimiento ecologista de otras posiciones en torno a los problemas del Medio Ambiente.
 
Personalmente debo decir que no estoy del todo de acuerdo con los mismos, pero sí considero interesante enseñároslos y que valoréis vosotros/as qué camino ha de tomar vuestra conciencia:
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Entendemos por ecologismo un movimiento socioeconómico basado en la idea de la armonía de la especie humana con su medio, que lucha por una vida lúdica, creativa, igualitaria, pluralista y libre de explotación, así como basada en la comunicación y cooperación de las personas.
 
En consecuencia:
 
1º- Consideramos que la relación correcta con la Naturaleza no puede ser la de destruirla o "dominarla" ni la de salvar o mantener enclaves o islas de Naturaleza, sino una tarea global de colaboración con ella.
 
2º- Entendemos el progreso como creciente mejora de las condiciones de vida y entendimiento mutuo de la población, y nos negamos a identificar como progreso el crecimiento cuantitativo y en general todo aquello que significa de hecho solo el "progreso" de la clase dominante.
 
3º- En consecuencia, defendemos como objetivo el disfrute de las cosas y el gozo de la relación de las personas contra la orientación productivista-consumista. No queremos cada vez más objetos, sino una relación más sana entre las personas y con los mismos.
 
4º- En cuanto que la humanidad depende del trabajo, manifestamos la necesidad de la lucha por hacer de éste una actividad libre y no explotada, ajustada a la persona consciente de sus fines, no alienada. Defendemos, frente a la agresión capitalista, toda forma tradicional inocua de trabajo en tanto no se asegure a sus protagonistas un trabajo alternativo satisfactorio.
 
5º- Rechazamos, por tanto, el modo de producción capitalista y consideramos insatisfactorio todo socialismo burocrático y, en general, cualquier fórmula socioeconómica basada en el productivismo y en la acumulación de poder.
 
6º- Nos declaramos a favor de las energías libres y en contra de la nuclearización militar y civil en la medida en que supone, más allá del indudable riesgo para la vida, un modelo de sociedad militarizada, monopolista, policíaca, ultrajerárquica, incompatible con la idea de autogestión.
 
7º- Por el contrario, y sin prejuzgar fórmulas, nos pronunciamos a favor de la autonomía de las comunidades, el pluralismo de las formas de vida y la autogestión de los colectivos de trabajo.
 
8º- En virtud de ese pluralismo, nos oponemos a la opresión o marginación que la sociedad falocrática-patriarcal impone a quienes no responden a su concepto de normalidad. Nos declaramos solidarios de todos los movimientos que luchan contra el monopolio de dicha normalidad.
 
9º- Nos declaramos asimismo solidarios de todos los pueblos de la Tierra y en particular de los del "Tercer Mundo". Denunciamos la miserable operación de ocultar ciertas contradicciones del capitalismo desplazando a los países pobres las industrias sucias, a la vez que se continúa la explotación de sus recursos naturales.
 
10º- Consideramos que la filosofía ecologista, al rechazar el centralismo y la concentración y defender el derecho al trabajo y la calidad de vida, se opone a los desequilibrios entre comunidades. En consecuencia, denunciamos en el interior del Estado español la desertización, empobrecimiento y emigración forzada que la dirección capital-tecnocrática ha provocado en muchas de sus zonas. Nos pronunciamos por el esfuerzo coordinado de las distintas nacionalidades y regiones por la corrección de estos desequilibrios.
 
11º- Proclamamos el derecho del pueblo a la más amplia y libre información y denunciamos las tergiversaciones capitalistas en los medios de comunicación, el monopolio de la información científica en manos del Estado y los grandes grupos económicos y las trabas que se oponen hoy, incluso en condiciones formalmente democráticas, al ejercicio de iniciativas populares, marginales y experimentales. Defendemos y apoyamos los medios alternativos de expresión.
 
12º- Frente a tantas decisiones desde arriba que han alterado las condiciones de vida y de trabajo, proclamamos el debate popular como el instrumento básico de toda transformación social. Los conflictos entre cambio y seguridad o los intereses divergentes de sectores de la población trabajadora habrán de ser armonizados mediante un debate en el senado del pueblo, en el que, asegurada la no manipulación capitalista y burocrática, creemos rotundamente.
 
Insistimos en el carácter de plataforma de identificación y discusión, clarificadora, pero no definitiva de este texto. Invitamos a todos los grupos y personas a elaborar colectivamente la filosofía de nuestro movimiento. En particular, hacemos constar los siguientes puntos que fueron sugeridos en el debate y que quedan pendientes de elaboración: revolución y ecologismo, carácter antropocéntrico o no de nuestra concepción de la Naturaleza, relación con los partidos políticos, ecologismo y no violencia, ejército, imperialismo y empresas multinacionales y cuestiones varias de crítica al capitalismo desde el punto de vista moral o ético, natalismo o antinatalismo, explosión demográfica.
 

jueves, 20 de diciembre de 2012

The Cove

23.000 delfines son masacrados anualmente en una cala de la población de Taiji (Japón). Y digo anualmente porque dicho proceso comienza todos los meses de septiembre y finaliza todos los meses de marzo.
 
Hace pocos días estuve viendo el documental que os presento a continuación: The Cove. Louis Psihoyos fue un fotógrafo de National Geographic, y también el entrenador y cuidador de los cinco delfines utilizados para la serie Flipper. A partir de que la misma terminara (y de que los delfines murieran) se puso el disfraz de activista y empezó a luchar por sus derechos. The Cove relata una prueba de ello.
 
En la cala de Taiji que podréis ver si os animáis con el documental (muy duro, por cierto) se lleva a cabo un atentado terrible contra la Naturaleza. No dejemos que ello ocurra. Difúndelo.
 
Os copio el enlace a YouTube (traducido al castellano). No me permite subirlo para que podáis verlo directamente desde aquí.
 

domingo, 16 de diciembre de 2012

El árbol, no solo de Navidad

A continuación os pegaré el enlace de mi primer artículo en la revista GEO. El mismo trata de los conocidos árboles de Navidad, explicando cuáles son sus utilidades y beneficios para todo aquel que los utilice.
 
 
En mi humilde opinión no se trata de una práctica responsable utilizar como decorativo un árbol natural, pero entiendo que frente a las tradiciones a veces poco más hay que decir, por lo que siempre se pueden mejorar hasta cierto punto.
 
 
Echad un vistazo al artículo, estoy seguro de que os parecerá muy didáctico. Por mi parte os iré avisando según vaya publicando más textos en dicha revista.
 

jueves, 13 de diciembre de 2012

Un mundo perfecto, pero peligroso

Últimamente me ha dado por copiar textos que leo por ahí, pero no por ello deja de estar justificado. Hace unos días comencé a leer un libro llamado Ecología y Lucha de Clases, de Josep Vicent Marqués. Aún no lo he terminado, por lo que solo puedo recomendarlo hasta donde he leído. No obstante estoy seguro de que no decaerá en momento alguno.
 
 
En uno de sus capítulos se centra en un aspecto que llevaba tiempo sin tratar en Somos Parte: la energía nuclear. Habla de ella en un contexto psicológico, el más racional que he leído hasta ahora. Sinceramente me ha hecho pensar, y estoy seguro de que a vosotros/as os provocará la misma sensación.
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Yo no quiero vivir en un mundo obligatoriamente perfecto; un mundo donde una fisura, un pequeño despiste, un error de cálculo pueda enviarlo todo a hacer puñetas. Nos hemos acostumbrado al armamento nuclear a base de olvidar que el planeta tiene ya arsenales suficientes como para hacer desaparecer de él toda la vida. Conviene recordarlo de vez en cuando aunque solo sea para evitar que se generalice este acostumbrarse a vivir sobre un volcán que cada vez adquiere nuevos motivos de erupción.
 
Aunque las probabilidades de accidente nuclear grave sean pequeñas, las consecuencias llegado el caso serían enormes, y un riesgo se debe medir no solo por la probabilidad que tiene de que algo pase sino también por la valoración de la magnitud de ese algo. Si me proponen que camine por un alambre situado a veinte centímetros del suelo puede que acepte, aunque ya se que es muy probable que me caiga. Si me proponen en cambio que camine sobre una tabla de diez centímetros de ancha situada a cien metros del suelo diré seguramente que no, porque aunque las probabilidades de que me caiga son mucho menores, lo que me puede pasar si me caigo es bastante gordo. He aquí pues por qué me convencen tan poco las argumentaciones de los hombres de las compañías eléctricas sobre la seguridad de las centrales.
 
La construcción de una centrar hidroeléctrica suele ocasionar accidentes de trabajo, a veces mortales. Esto es cierto y algunos lo han sacado a colación no para exigir mayores medidas de seguridad en las presas, sino para justificar el riesgo de las centrales nucleares. Sin embargo, el accidente de la central hidroeléctrica solo es terrible, y lo es mucho, para la familia obrera afectada. Un accidente de una central nuclear puede afectar y por mucho tiempo a millares de personas, mucho más de lo que incluso la rotura de una presa puede producir.
 
Aquí se pone una óptica de solidaridad mundial. Si el riesgo de accidente en una centrar es del 1%, puedo pensar que las probabilidades de que se produzca en la central que tengo en mi pueblo o en mi comarca son escasos. Pero si dentro de veinte años hay mil centrales nucleares en el mundo eso significa que cada año va a tener el accidente una de ellas. No quiero que esto ocurra.
 
Lo intolerable no es pues el riesgo concreto sino el mundo de riesgo que se nos propone. Un mundo lleno de instalaciones peligrosas, donde el accidente puede aparecer en cualquiera de las fases del proceso. A menudo se habla solo del riesgo del accidente del reactor en funcionamiento, pero hay riesgo desde que empieza la extracción de uranio hasta que los residuos son almacenados.
 
No quiero un mundo obligatoriamente perfecto. Me gusta el trabajo bien hecho, pero encuentro angustioso que sea obligatorio no cometer errores, que nadie pueda dormirse o distraerse porque ello suponga un número elevado de muertes. Un mundo así no puede ser un mundo humano, ni siquiera un mundo de máquinas porque también ellas los tienen. Reclamemos un mundo imperfecto. Es mucho más tranquilo.
 
 

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Los huertos didácticos

Desde hace algo más de un mes estoy estudiando con Ecologistas en Acción  el curso de Diseño de Proyectos de Educación Ambiental (muy interesante, por cierto). Pues bien, dentro de las peculiaridades que he ido descubriendo dentro del mismo podría destacar un escrito que trata de los 'huertos didácticos', realizado por Eva Hernández Sevillano y presentado en el IV Congreso Internacional de Educación Ambiental en Madrid entre el 10 y el 12 de septiembre del pasado año 2008.
 
Después de leerlo varias veces unas cuantas partes del mismo me han llamado la atención, y quería compartirlas con vosotros/as. Espero que a Eva Hernández no le moleste este aprovechamiento de su obra, aunque por supuesto la escribiré para avisarla al respecto. A continuación os copio lo que ella escribió:
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Muchas cosas han cambiado en la educación ambiental en España desde que, en sus inicios, la preocupación por el Medio Ambiente se centrara solo en los problemas de la Naturaleza. Con el tiempo se confirmaría lo que ya adelantó en 1972 la Conferencia de Naciones Unidas de Estocolmo sobre el Medio Humano: la crisis ambiental tiene una dimensión social y la educación ambiental es una estrategia de acción imprescindible para participar en su resolución. La puesta en marcha de programas y equipamientos en todas las autonomías y la incorporación de la educación ambiental como tema transversal en el sistema educativo de la LOGSE, sin duda la afianzaron como herramienta para colaborar en la solución de los problemas ambientales desde diversos puntos de vista, sin basarla exclusivamente en el conservacionismo inicial. Poco a poco se ha consolidado en muchos ámbitos: administraciones, sistema educativo, asociaciones ciudadanas, empresas..., al constatarse que educación y gestión ambiental deben ir de la mano.
 
La educación ambiental debe implicar a toda la sociedad para caminar hacia la sostenibilidad, entendiendo esta desde todas las perspectivas: ambiental, social y económica. Es la labor de todos fomentar el respeto y la gestión responsable de todos los bienes (naturales y culturales) para lograr un desarrollo sostenible. En un mundo globalizado cada vez más urbano (se estima que en 2030 el 60% de la población habitará en áreas urbanas) nos hemos alejado de los ecosistemas que nos proporcionan recursos esenciales (alimentos, ocio o salud, entre otros). Ya no recordamos qué nos aporta la Tierra ni cómo debemos cuidarla. Pero existen numerosas iniciativas que trabajan continuamente para ofrecer mecanismos que ayuden a una gran diversidad de destinatarios en situaciones muy diferentes a mejorar su entorno y calidad de vida.
 
Información, interpretación, comunicación, formación, capacitación, participación, investigación y evaluación son instrumentos básicos de todo proceso educativo que permiten profundizar con los participantes de los programas en el conocimiento de las necesidades del ser humano, la evolución de la agricultura y ganadería como procesos de obtención de alimentos o de ordenación del territorio, y la importancia de recursos como el suelo, la biodiversidad o el agua empleados en ello, como punto de partida imprescindible para actuar contra el deterioro ambiental, social y económico del entorno.
 
Además del valor de los huertos didácticos como recurso, debe señalarse su interés desde el punto de vista metodológico, pues dichos huertos facilitan la utilización o el desarrollo de herramientas de tanto interés en la educación ambiental como la participación y el compromiso.
 
En definitiva, el éxito de estos proyectos prueba la vigencia del huerto como recurso para reflexionar sobre temas de interés ambiental y cultural en los programas de educación ambiental, en el marco de una experiencia de sostenibilidad ambiental y social.