viernes, 15 de abril de 2011

La industria del miedo

El tsunami que se abatió sobre la costa de Japón hace pocas semanas tuvo y tiene las dramáticas consecuencias humanas que se conocen. En el área del medio ambiente, puso especialmente de manifiesto los riesgos que entrañan las centrales nucleares instalaras a orillas del mar.

En estos últimos años, la seguridad nuclear ha sido el centro de debates en Japón. La prensa nipona denunció que se habían anulado inspecciones a centrales y se habían falsificado informes. En abril del pasado año 2003 se desactivaron diecisiete reactores de la Compañía Tokyo Electric Power por razones de seguridad, debido a que se habían ocultado fugas y fisuras a las autoridades.

También en Rusia son escasos los datos sobre el verdadero estado de vetustez de algunas instalaciones.. En Francia, las informaciones se filtran con cuentagotas, como aquella sobre la central nuclear de Fesseheim, la más antigua del país, contruída en 1977 a nivel inferior al de un canal (por tanto, inundable) y sometida a un riesgo sísmico reconocido. A comienzos del pasado año 2004 se produjeron allí siete incidentes que provocaron la contaminación de siete personas.

En 2002 la Cumbre de Johannesburgo subrayó el papel que deberían desempeñar las empresas para asegurar un desarrollo sostenible. Pero en la práctica, los actos virtuosos suelen hacerse esperar y las grandes Compañías Industriales se benefician enormemente cuando el Estado no interviene.

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Vídeo muy interesante:


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