domingo, 7 de agosto de 2011

Capitalismo enérgico

El desarrollo económico se enfrenta a dos grandes amenazas que cada vez son más importantes: el agotamiento de los principales recursos fósiles y el calentamiento climático, ligado al aumento de las emisiones de gas de efecto invernadero. La lógica productivista del capitalismo impide que se puedan aplicar soluciones sostenibles.

La demanda anual de energía primaria en el mundo se eleva a cerca de 12.000 millones de toneladas equivalentes a petróleo, que se reparten de la siguiente manera: el 35% corresponde a petróleo, el 25% al carbón, el 21% al gas natural, el 13% a las energías renovables y el 6% a la energía nuclear.



La Agencia Internacional de Energía prevé un aumento de la demanda de energía primaria de más de la mitad entre el ya pasado año 2004 hasta al 2030, y que se doble en 2050. A esta amenaza, consecuencia de la rarefacción, se añade desde ahora la evidencia del calentamiento climático provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero. Dichas emisiones aumentarán aún más rápidamente que el consumo de energía primaria, pues su estructura traerá consigo un incremento de la parte de energía que libera más carbono.

Aunque en materia de emisiones la trayectoria de países emergentes gigantes, como la India o China, les llevará a alcanzar (a corto plazo) a los países industrializados, las posibilidades se presentan de una forma muy desigual si las evaluamos por habitante. Un norteamericano emite de cinco a seis veces más carbono que un chino y diez veces más que un indio, mientras que un europeo lo hace cuatro y seis veces y media más respectivamente.

A título personal diré que esta entrada se ve claramente relacionada con la encuesta abierta actualmente en Somos Parte. Votad según vuestro criterio, y que a partir de los resultados podamos establecer unas conclusiones aún más fundadas.

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